Juegan con nuestro futuro con la habilidad de tahúres que apestan a humo de cigarrillo y fijador de pelo. La revelación del nuevo mundo la explican con la parábola de la crisis contínua, el miedo sigue siendo argamasa que une ladrillos para atar libertades, la imaginación es pecado y sus defensores en la plaza pública son o tontos o herejes. Y en las caras de sus dados sólo salen unos.
jueves, diciembre 29, 2011
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