miércoles, enero 05, 2011

Destellos

Dan las dos, y por tercera vez deshago el ritual; con el punto de tristeza de las esperanzas frustradas comienzo a desvestirme, a quitarme la ropa que quería para estar contigo, las voy dejando como rastro de sangre camino a una ducha que disimule mi decepción en las mejillas. De fondo, y bastante alto, suena "Shoot the moon" en voz aterciopelada, lo que consigue purgar todavía más mi desilusión. Escapo de la nube y me cubro apenas, me gusta sentir el suelo frío en los pies desnudos. Me pregunto si estás jugando conmigo (en tal caso estoy perdido) o si tienes miedo. Llego a la cocina sin declinarme por ninguna de las dos, y mientras el chocolate se funde y monto las claras concentro toda mi pasión en levantarlas con cariño y firmeza, mientras sonrío pensando en la verdad acerca de que la felicidad está en saber atrapar los pequeños momentos y disfrutarlos.
Aparte de eso, me estás llenando el congelador.

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