No busco honrar memorias, ni guardar fidelidades. No se trata de respeto al pasado ni me pongo el disfraz de abnegación.
Sólo pasa que no hay nada que se compare a la sensación de la arena entre los pies al pasear descalzo por la luna. Y tampoco se trata de poner banderitas, es sólo que echo de menos volar cuando me soplaban.
No busco aplausos, ni mi fuerza reside en el reconocimiento ajeno ni la nostalgia es mi lugar natural.
Si algo tengo de fuerza es por lo que me creció el corazón con su apoyo,y por eso mi casa es paraguas para su lluvia. Mi sonrisa es apoyo contra sus dudas, mis manos alivian sus amarguras, mis palabras llegarán allá donde esté para convertir una sombra de luna menguante en sus ojos en una sonrisa. Y viceversa!
Que hubo ayer, y no es lo más grande. Que hay presente y no es lo mejor. Que eso está por llegar. Por crecer. Por vivir.
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