Que
rompería los cristales de las ventanas con este vacío
Que subiría
hasta el cielo para buscar la suela de tus zapatos de cristal
Que
sería capaz de formar una montaña grano a grano con la sal que me sacas
Que vendería
mi alma en las rebajas si no la hubiese regalado en papel kraft
Que me
sobra corazón, que me faltan ocasiones
Que en
todas mis casas cabe tu ausencia, que en todas las tuyas falta tu ser
Que construí una cuerda con todos los
adjetivos que me diste
Que gracias a ella siempre sabré encontrarte
Que me
rodea un océano de sonrisas en forma de detalles recordándote, y no sé nadar
tan bien
Que me
callo lo peor, lo que me toca sólo a mí, lo que no te puedo contar
Que aún
así me sobran razones para sonreír por tu culpa
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