Allí
donde se guardan las palabras dejamos ríos de tinta, que da igual si se las
lleva el viento o arden en la hoguera porque las cosas grandes siempre tienen detrás la fuerza que las impulsó y que se propaga casi siempre pasando
inadvertida, porque se expresa mejor en lo pequeño para hacer de lo esencial lo
cotidiano en el tipo de milagros en los que yo creo y tengo visto.
miércoles, noviembre 21, 2012
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