sábado, diciembre 05, 2009
Mi otro nombre
Durante muchos años he estado construyendo día a día mi casa. A mano, con madera. Cortaba la leña, la transportaba y le daba la forma adecuada. Poco a poco la iba apilando con mucho esfuerzo, y sin ninguna pausa, con el placer que da a veces eso de trabajar con un objetivo. Hasta que un día me paré a observar mi trabajo, mi sudor de años. Y ví que, inconscientemente, no había construido una casa. Había construido una pira.
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